miércoles, 14 de abril de 2010

TIROIDES

La glándula tiroides, o simplemente la tiroides, es una glándula en forma de mariposa situada justo en plano inferior a la laringe, con sus lóbulos laterales derecho e izquierdo dispuestos a uno y otro lado de la tráquea.
La mayor parte de la tiroides se compone de microscópicos sacos esféricos, los folículos tiroideos. Las células foliculares producen dos hormonas, la tiroxina o tetrayodotironina (T4), que posee cuatro átomos de yodo y la triyodotironina (T3), con tres átomos de yodo, denominadas conjuntamente hormonas tiroideas.
Tiroxina y triyodotironina incrementan la magnitud de las reacciones químicas en casi todas células del cuerpo. De esta manera elevan el nivel general del metabolismo corporal.
La tiroxina constituye un 90% de todas las hormonas sintetizadas por el tiroides, mientras que la triyodotironina supone únicamente un 10%. Sin embargo, una porción considerable de tiroxina es convertida a triyodotironina en la sangre y los tejidos periféricos y ambas tienen gran importancia funcional. La función de ambas es cualitativamente la misma, pero difieren en rapidez e intensidad de acción. La triyodotironina es unas cuatro veces más potente que la tiroxina pero se halla en la sangre en cantidades mucho menores, persistiendo además en ella mucho menos tiempo que la tiroxina.
La ausencia total de secreción tiroidea hace que el metabolismo basal descienda a aproximadamente 40% por debajo de lo normal, mientras que su producción excesiva lo aumenta en un 60 a 100% por encima de los valores de referencia.
Unas cuantas células parafoliculares (células C) pueden estar dentro de un folículo o dispuestas entre folículos. Estas células producen la calcitonina, hormona que participa en la regulación de la homeostasis del calcio; fomentando el depósito de calcio en los huesos y por tanto disminuyendo la concentración de éste en el líquido extracelular.

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