martes, 16 de marzo de 2010

APARATO DIGESTIVO








El aparato digestivo se compone de dos grupos de órganos, el tubo digestivo y los órganos accesorios. El primero es un tubo continuo que se extiende de la boca al ano, en la cavidad corporal ventral. Sus órganos comprenden boca, gran parte de la faringe, esófago, estomago, intestino delgado e intestino grueso. Los órganos accesorios abarcan dientes, lengua, glándulas salivales, hígado, vesícula biliar, y páncreas. Los dientes participan en la descomposición física de los alimentos, y la lengua, en la masticación y deglución. En contraste, los demás órganos auxiliares de la digestión nunca tienen contacto directo con los alimentos. En vez de ello, producen o almacenan secreciones que fluyen al tubo digestivo por diversos conductos y participan en el desdoblamiento químico de los alimentos.
El tubo digestivo contiene los alimentos desde que se ingieren hasta que se digieren y se absorben o eliminan. Las contracciones de la pared del tubo desdoblan físicamente los alimentos al agitarlos. Además, las contracciones ayudan a disolverlos, al mezclarlos con líquidos que se secretan en el propio tubo digestivo. Las enzimas que liberan los órganos accesorios y las células del revestimiento del tubo digestivo se encargan del desdoblamiento químico de los alimentos. Las contracciones ondulantes del musculo liso de la pared del tubo digestivo impulsan los alimentos por este desde el esófago hasta el ano.
1. Ingestión. Es el proceso que consiste en llevarse los alimentos y líquidos a la boca.
2. Secreción. Cada día, las células de la pared del tubo digestivo y los órganos auxiliares secretan casi 7L de agua, ácidos, amortiguadores y enzimas en la luz del tubo digestivo.
3. Mezclado y propulsión. La contracción y relajación alternadas del musculo liso de la pared del tubo digestivo mezcla los alimentos y secreciones, además de impulsarlos en dirección al ano. Esta característica del tubo digestivo, de mezclar y mover materia en su interior, se denomina motilidad (peristálsis).
4. Digestión. Diversos procesos mecánicos y químicos desdoblan los alimentos ingeridos en moléculas más pequeñas. En la digestión mecánica, los dientes cortan y trituran los alimentos antes de deglutirlos, después de los cual se mezclan por acción del musculo liso del estomago e intestino delgado. Como consecuencia de todo ello, las moléculas de los alimentos se disuelven y mezclan con las enzimas digestivas. En la digestión química, las moléculas grandes de hidratos de carbono, lípidos, proteínas y ácidos nucleídos de los alimentos se dividen en otras más pequeñas, por hidrólisis. Las enzimas digestivas, producidas por las glándulas salivales, lengua, estomago, páncreas e intestino delgado, catalizan estas reacciones. Unas cuantas sustancias de los alimentos pueden absorberse sin digestión, entre ellas aminoácidos, colesterol, glucosa, vitaminas, minerales y agua.
5. Absorción. Durante esta fase, los líquidos secretados y las moléculas pequeñas de iones, productos de la digestión, entran en las células epiteliales que revisten la luz del tubo digestivo, por transporte activo o difusión pasiva. Las sustancias absorbidas pasan a la sangre o linfa y circulan a las células de todo el cuerpo.
6. Defecación. Los desechos, sustancias no digeribles, bacterias, células que se esfacelan del revestimiento del tubo digestivo y materiales digeridos que no fueron absorbidos salen del cuerpo por el ano, en el proceso llamado defecación. El material eliminado en esta se denomina heces o materia fecal.

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