miércoles, 10 de marzo de 2010

NARIZ

La nariz se divide en las porciones interna y externa. Esta ultima esta formada por una estructura de sostén de hueso y cartílago hialino, cubiertos con musculo, piel y revestimiento de mucosa. La estructura ósea de la nariz consta de huesos frontales, nasales y maxilares superiores. La cartilaginosa consiste en el cartílago septal, que integra la porción anterior del tabique nasal; los cartílagos nasales, que constituyen una parte de la pared de los orificios anteriores de la nariz. Como tiene un cartílago hialino plegable, el resto de la nariz externa es un tanto flexible. En la parte caudal de la nariz externa hay dos aberturas llamadas orificios nasales. Las estructuras interiores de la porción externa de la nariz desempeñan tres funciones: 1) calentar, humectar, y filtrar el aire inhalado; 2) detectar los estímulos olfatorios, y 3) modificar las vibraciones de la voz a su paso por cámaras resonantes huecas de gran tamaño.La porción interna de la nariz es una gran cavidad en la parte anterior del cráneo, situada debajo del hueso nasal y arriba de la boca, que también incluye músculos y mucosa. En plano anterior, la poción interna se fusiona con la externa, mientras que en el posterior se comunica con la faringe por los orificios posteriores de la nariz. Los conductos provenientes de los senos paranasales y los conductos lacrimonasales también se abren también se abren en la porción interna. Las paredes laterales de esta se forma con los huesos etmoides forma parte del techo de la nariz. El suelo de la porción interna está formada principalmente por los huesos del paladar y la apófisis palatinas de los maxilares superiores, que en conjunto constituyen el paladar duro.Cuando el aire entra por los orificios anteriores de la nariz, pasa primero por el vestíbulo, que tiene revestimiento de piel provista de pelos gruesos, los cuales sirven para filtrar partículas de polvo grandes. Tres laminas, formadas por proyecciones de los cornetes nasales superiores, medios e inferiores, se extienden desde cada pared lateral de la cavidad. Los cornetes, que casi llegan al tabique, subdividen cada fosa nasal en una serie de conductos a manera de surcos, los meatos nasales superiores, medio e inferior. La mucosa recubre la cavidad y las proyecciones mencionadas. La disposición de los cornetes y meatos aumenta el área de la superficie en la porción interna y previene la deshidratación al atrapar microgotas de agua durante la exhalación. Los receptores olfatorios se sitúan en la membrana que reviste el cornete nasal superior y el tabique adyacente, región llamada epitelio olfatorio. En el plano inferior a este, la mucosa contiene capilares y epitelio cilíndrico ciliado seudoestratificado, con numerosas células caliciformes. Cuando se inspira el aire, la sangre de los capilares calienta el flujo turbulento en los cornetes y meatos. El moco que secretan las células caliciformes humecta el aire y atrapa las partículas de polvo. El drenaje proveniente de los conductos lacrimonasales y, quizá, la secreciones de los senos paranasales, también ayudan a humectar el aire. Los cilios mueven el moco y las partículas de polvo atrapadas hacia la faringe, donde se pueden deglutir o escupir, con lo que se extraen partículas del aparato respiratorio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario